Para quererte tuve que curarme,

tuve que curar los maltratos que alguna vez permití,

de heridas que me hice y que me hicieron,

de besos que me marcaron el alma y el cuerpo,

tuve que curarme de manos que me tocaron egoístamente,

de mentiras que me creí.

Tuve que curarme de traiciones y de engaños,

tuve que darle el tiempo a mis chichones, morados y magulladuras para que sanaran,

tuve que limpiar cada herida, besarle y decirle que le cuidaría hasta que cerrara.

y tuve que llorar, llorar mucho.

Llore por cada persona que quise y que no me quiso,

llore por los que me quisieron y nunca me dijeron,

llore por los que me quisieron y no quise,

y llore aún más por los que quise, me quisieron y no pudimos con ese amor.

Llore por mi yo de ayer, por el de hoy y el de mañana.

Llore de lástima, de desilusión y llore de miedo.

Llore porque quise limpiar mi alma, sanarme de tanto desamor.

Sacarme todo el dolor acumulado, de todo lo injusto, de todo lo cobarde.

Llore hasta no sentir más, hasta perdonar y hasta perdonarme.

Y aunque aún sigo sanando, ahora puedo querer de nuevo, puedo quererte.

Porque ya no me duele el pasado, porque ya lo entendí, porque ya lo acepte.

Para quererte tuve que sanar. Solo quería que lo supieras.