Hoy me he levantado decidida a confesar mi amor, a gritarlo a los cuatro vientos.

No me importa quien se enteré y qué piensen de mí,

si me aprueban o piensan que estoy muy alzada;

Como dice Karina Montero:

«He decidido que no quiero ser salvada por nadie, me salvaré yo misma. Seré mi propia musa y mi propio poeta.’

Me alistaré poniéndome el vestido que más me gusta, con el que me siento más linda…

Me sacaré a pasear y me llevaré por tragos, me invitaré a bailar y me haré reír como nunca, luego caminaré mirando la luna en silencio y lo romperé solo para decir que estoy preciosa’

Complementaré lo lindo que me quedan los aretes nuevos que me compré la semana pasada…

‘Llegaré a la casa y me haré el amor como nadie más podría hacérmelo,’

No me acomplejaré de los senos o los glúteos que no estén firmes, los tocaré con ternura y con amor porque los quiero así como están…

Al terminar me diré lo mucho que me quiero y no volveré a llamarme a la mañana siguiente porque me quedaré en mí, esta vez no saldré huyendo…

Me levantaré temprano, me haré el desayuno, me lo llevaré a la cama y luego me escribiré un poema que hablará de lo abstracto y bello que es mi cuerpo, del embrujo que guarda mi mirada, del laberinto que esconden mis labios y de la magia que flota en cualquier espacio cuando yo estoy cerca; así hasta sanarme.»

No me olvidaré de quien soy y de lo que es importante para mí,

Me reiré de mis tonterías y me comprenderé mis tropiezos,

Me miraré al espejo todas las noches y me enamoraré de la profundidad de mis ojos y del brillo de mi alma,

y sonreiré de saber que no hay mayor amor que el propio.