Mi humilde propuesta para ti…

Te propongo sonreír más, y quejarnos menos.

Más besos y abrazos, y menos críticas y reproches.

Te propongo más “¡Te quiero, me haces falta!” y menos “¿dónde has estado, porque me ignoras?”

Te propongo más actos de bondad, y menos de egocentrismo.

Te propongo más sueños, y menos cotidianidad.

Te propongo más llamadas o mensajes a tus familiares y menos a tus conocidos de juerga.

Te propongo que abrases un árbol y respires profundamente el aire que lo rodea, ellos también necesitan sentir tu amor y agradecimiento.

Te propongo que saltes en la lluvia y que te quedes dormido mirando las estrellas.

Te propongo que regales una planta en lugar de regalar una flor.

Te propongo que dones más de tu tiempo, que vale mucho más que tu dinero.

Te propongo comer más frutas y menos azúcar, más vegetales, y menos carne.

Te propongo que invites a un amigo a tomar un café y le digas lo mucho que lo valoras.

Te propongo más caminatas y paseos, menos conducción y encierros.

Te propongo que hoy hagas algo que te de miedo y que lo superes.

Te propongo que le digas a un extraño “que tengas un excelente día”, no te imaginas que un gesto tan simple pueda transformar una vida.

Te propongo juzgar menos y agradecer más.

Te propongo que seas tú mismo, sin máscaras y sin agendas.

Te propongo seguir tu corazón, más que tu cabeza.

Te propongo disfrutar más de tu presente, y no temerle al futuro.

Te propongo amar más y prevenir menos.

Te propongo sentir más.

Vivir más.

Ser más.

 

  • V